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La imaginación es mas importante que el conocimiento

viernes, 28 de septiembre de 2012

Leyenda del Conde: "LAS PUERTAS DEL CASTILLO"


Construyose su castillo en Valdeprados que es donde reventó el caballo en tan veloz carrera, y recibió del rey gran cantidad de tierras para su cultivo, y aprovechamiento. Pero pidió el rey al conde una promesa:
Ya que eres tan rico y yo he sido tan bueno contigo concediendote tantos regalos y tierras, te pido que ayudes a los pobres trotamundos que van de pueblo en pueblo pidiendo limosna y cada vez que ayudes a uno de estos menesterosos deberas de clavar un clavo en la puerta de tu castillo

Clávalos muy juntos y en línea recta para que te quepan muchos- le insistió el rey.
Mandó el conde a un herrero hacer unos hermosos clavos con la cabeza muy grande y martilleados en la fragua haciendo una pieza muy vistosa de hierro forjado, que puestos en unas gigantescas puertas de entrada al castillo daba mucho señorío al edificio.
Comenzó el avariento conde clavando clavos bastante deprisa, pues quería acabar la construcción de las puertas pronto, tenía ya las puertas por la mitad de clavos clavados y comenzó a distanciar mas las limosnas a los vagabundos. Empezó a pensar que era un derroche inútil dar limosna o ayudar a ese ejército de desheredados que acudían por sus posesiones y que él tenía como vagos. Las puertas se quedaron a la mitad de rellenar de clavos, el conde se negó a dar más limosnas a los ambulantes.
Pero hacía muy feo que las puertas no se concluyeran en cuanto a clavos se trataba, y pensó el conde en rellenar la mitad que le faltaba pero sin dar ninguna limosna ni ayuda a los pobres.
Cúal no sería su sorpresa que cuando se puso a clavar los clavos todos se torcían, como si los quisiera clavar en puerta de hierro macizo. Lo intentó varias veces y siempre se doblaban aunque las puertas eran de madera.
Al final las puertas se quedaron sin concluir, y desmerecen mucho, unas puertas tan vistosas y de tanta ostentación que sólo tengan la mitad de los clavos.


Leyenda de La Losa: "LA AHOGADA"

Los franceses en aquella época se refugiaban en el caserón del Rancho, era grande, allí cabían los soldados a dormir en camastros de madera y en el suelo, había cuadras para sus caballos, sus carruajes y sus destartalados cañones. Tenían grandes cuadras y corrales para tan repudiado ejercito. Odiado por los españoles, en este caso por los losariegos que tenían que convivir con esa jarca de afrancesados que patrullaban por los pueblos sometiendo a sus ciudadanos a las mas terribles villanías.


El batallón que en La Losa estaba asentado allá a comienzos del siglo XIX en 1808 mas exactamente, tenía como misión llevar diariamente el correo que venía de Madrid hasta Segovia y al contrario. Para ello utilizaban coches de caballos que circulaban por el Camino Real, entraban al bosque de Riofrío por la puerta de Ceponillos en dirección Segovia y si iban dirección Madrid lo hacían por este mismo camino que pasa por el Berrocal de Ortigosa, después de Otero y luego dirección a El Espinar , pues este trayecto estaba mas resguardado de las nieves y los vientos para las hordas de franceses que diariamente lo hacían.


No, estos napoleónicos no tenían buena fama. Sucedió un día que en un coche de caballos iban dos con dirección Segovia a llevar el correo y traer provisiones de la capital. Al poco tiempo de salir del Rancho vieron a una joven del pueblo que andando por el mismo camino iba hacia la ciudad del acueducto.
-¡monta!- la dijeron los franchutes- que te llevamos en el coche de caballos hasta Segovia.
-No, no, prefiero ir andando-contestó la joven
No se fiaba y con razón de esos dos mostrencos. Pero insistieron y al final desconfiadamente la joven montó en el carruaje.
Fueron por el camino en dirección a la puerta de Ceponillos y en la soledad del paraje pararon la diligencia. Ya lo tenían planeado. Mucho antes de que la joven quisiera correr la agarraron entre los dos de las manos, y a la fuerza la comenzaron a meter por entre los árboles y zarzas para apartarse al máximo del camino. La subieron por una pradera verde, atravesaron una fresneda y en la ribera del río comenzó el macabro rito de abusar de la joven. Gritos en la soledad del soto, jirones de las guerreras de los soldados franceses rasgados por las uñas de la desfallecida joven. No contentos los franchutes con haber consumado acto tan villano, cogieron a la joven moribunda de los golpes y desgarrada de dolor por la violación que la acababan de hacer y la lanzaron al río para asegurarse el secreto de su crueldad. Era época de traer ese rio mucha agua y no pudiendo la joven salir a la orilla desfalleció en un bodón que el cauce hace al tomar una curva.
Los dos mastuerzos franceses continuaron su camino asegurándose así el secreto de su actuación. Al caer la noche y la familia de la joven no tener noticias comenzó la búsqueda. Fue a la mañana siguiente cuando se la encontró ahogada en el río. Por los girones de telas que se fueron quedando en las zarzas en la lucha contra los franceses su familia averiguo quién había sido. Desde entonces comenzó una cruel persecución contra el batallón que habitaba en el Rancho, y al rio donde se encontró a la joven se le llama desde entonces……
LA AHOGADA



Leyenda de Madrona:"EL TRAGÓN DEL RASTRILLO"

-¡Maldito y cien veces maldito sea este río! – decía un pastor dando con la punta de su garrote en el suelo como si quisiera hacer un agujero- que me ha ahogado parte del rebaño.


Así se explicaba y gesticulaba un atajero que guardaba el rebaño en una red cerca de lo que se conoce como “ el Rastrillo” y que es cuando el rio Frio sale del monte donde está el palacio que lleva el nombre de Riofrío. Cerca de este rio pasa el camino que penetra por unas hermosas puertas al monte, y al otro lado unas laderas peladas por donde han pastoreado siempre los rebaños de ovejas. Pues en ese valle acostumbraba este pastor a tener la red y mas de un año le toco ir corriendo a mover las ovejas, pues cuando se desbordaba el río llegaba hasta el redil.
Madrona también se inundaba como medio pueblo, la parte baja, las eras del Mercado, la plaza y la Mancha y así sucedió varios años, pero el año que el pastor echaba pestes se inundó mas de lo normal, llegó el agua hasta su redil y ahogó la mitad de la piara.


-¡Maldito y cien veces maldito sea este rio!—continuaba diciendo el pastor ----- y quiera el Santo Cristo de la Salud que aquí mismo donde yo doy con el garrote se abra un agujero que comunique con una gruta subterránea que haga pasar el agua al otro lado del pueblo para librarnos de estas inundaciones..

Y dicho y hecho . Comenzó el agua a meterse bajo tierra disminuyendo así el caudal que bajaba hacia el pueblo, yendo a parar parte a lo que se conoce como la Sima y otra parte pasado el pueblo en la zona de Bernuy de Palacios.
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En años posteriores se hizo aguas arriba el pantano de Revenga que liberó de muchas inundaciones al pueblo, pero aún hoy se puede ver el tragón o ladrón de agua que hay bajo la presa del Rastrillo y que cuando en verano mengua el caudal del río se ve perfectamente desaparecer el agua secándose el cauce en ese punto.