imaginación

La imaginación es mas importante que el conocimiento

lunes, 12 de noviembre de 2012

" EL ESPANTIO "


La puerta del bar del pueblo tenía una cortina hecha de chapas de las botellas. La había hecho el mismo dueño, cuando la vida era más económica y todo se hacía en casa. A unos hatillos o cuerdas largas se habían ido añadiendo chapas de distintos colores dobladas por la mitad y muy juntas, varias tiras colgando de una tabla de la anchura de la puerta y desde el dintel al escalón hacían una cortina de verano muy vistosa, a mi en mi imaginación infantil estas cortinas de los bares me parecían hechas de caramelos. Y tenían un sonido muy especial, cuando un cliente entraba, al apartar los colgantes de chapas y al soltarlos hacían un sonido potente y tintineante. A nadie dejaban sin mirar a la puerta cuando se oían estos choques entre las diversas tiras de la cortina.


Todos los días acertaba a pasar un lugareño montado en su burro por cerca de la puerta del bar. El animal retorcía la cabeza y miraba con antipatía a la cortina. Tenía un tramo de recorrido el asno que caminaba como de medio lado con la desconfianza puesta en la vista y sobre todo en sus grandes orejas. Por mas días que pasara el asno por esa cortina jamás de los jamases pasaba tranquilo, siempre oliendo algo raro en esos colgajos de colores. Lo que a los chicos pequeños era una hermosura de cortina por sus colores variados, su sonido alegre y su parecido a caramelos, al borrico le parecía la caja de los truenos.
Días y días el jinete acudía a la fuente a por agua que estaba un poco más abajo. Unas aguaderas y cuatro cántaros eran un transporte necesario para la subsistencia de la familia. En verano había días de echar más de un viaje con los cántaros, y el muchacho después de cargarlos montaba encima del burro para ir a su casa, y al pasar por la puerta del bar siempre la misma postura de desconfianza del animal con la cortina y eso que el joven le intentaba arrimar a la pared para que se le quitara el miedo, pero ¡nada!.
________________________________________

Cargó un día el mozalbete los cántaros en los serones y se montó encima con la carga bien aparejada para ir a su casa. Oía en el bar voces y conversaciones de gente que parecía estar más bebida de lo normal. No paraban las risas, los aspavientos y el alcohol de funcionar entre los clientes.
Justo al llegar a la misma altura de la puerta con el burro un borracho desde adentro apartó fuertemente la cortina haciendo un revoloteo con los tirantes de las chapas y un sonido estruendoso. El burro que iba con la mosca detrás de la oreja pegó un “ espantío” de medio lado que fueron a parar al suelo jinete, serones y cántaros preparando una gran catástrofe.
Nadie se sujeta el requiebro de un burro. Todo jinete cae por las orejas pues el animal no solo requiebra para un lado sino que también para atrás, por eso siempre se dice que es peor la caída de un burro que la de un caballo pues un burro hace el efecto repión, de lado y para atrás como cuando bailas un re pión con su cuerda. Por eso amigo lector las cortinas y los burros no son buenos compañeros y si son de chapas como las que antiguamente había en los bares ni se le ocurra pasar cerca, aunque las cortinas de chapas ya han desaparecido y los burros a punto están.




No hay comentarios:

Publicar un comentario