imaginación

La imaginación es mas importante que el conocimiento

domingo, 29 de abril de 2012

LA MULA DEL BOLLERO ( 2ª parte)

Paralelo a la pared, pero siempre marcha atras, atravesé una plaza, torcí esquinas, caminaba por las calles con toda normalidad,! si me conocia el pueblo a ciegas !, sabía dónde había un carro, dónde un montón de leña, donde había una carretilla, o sábanas tendidas al sol en tal fachada, si me lo sabía de memoria, no tenía ningún problema-contaba el chico a la abuela- algún hombre que me vió pensaría que estaba tonto por andar marcha atrás, pero no me importaba, era un reto que iba a conseguir y en paz. De repente como si un terremoto hubiese sucedido-gesticuló el chico a la abuela- me vi metido como en un rodillo que me pisaba, como si un tornado hubiera llegado al pueblo, y no me podía salir de su atracción. No sabía lo que era, quizás un rebaño de ovejas que me había atropellado, pero no podía ser, no se oían los cencerros, y a la hora de la siesta las ovejas no salen, están modorras, el torbellino no me dejaba escapar, me pateaba como si estuviera en un mortero, veía como las patas de un animal me pisoteaban como si fuera un molinillo de café, como si alguien estuviera haciendo almondigas con lija, como si cuando hacen empanadillas las restregan fuertemente con tierra. Yo gritaba, intentaba levantarme quería salir de esa vorágine de desgracia y magulladuras pero me era imposible.
De repente la coz de un animal me sacó fuera del peligro y me despidió varios metros lejos de ese huracán de dolor y muerte. Era la mula del bollero que estaba atada a una rondaja de la pared y yo no contaba con ese peligro. Pero abuela de verdad que yo no quería quitaqle las rosquillas al bollero. ABDON tenía una mula enseñada a que nadie le robara los bollos, cuando alguien se arrimaba agachaba las orejas y eso quería decir que había peligro. Este hombre era de Martín Miguel, se dedicaba a ir por los pueblos vendiendo una variedad de bollos y rosquillas que tenían una capa de acaramelamiento blanco encima que eran la delicia de los chicos.

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